Por fin llega a Chile el cantautor y músico español más importante de España de los últimos años. Hablamos de Andrés Suárez, a quien conocimos en Chile desde el 2020, cuando llegó fuerte a las parrillas radiales locales con el tema “Despiértame” primer sencillo de su disco homónimo. La canción trata de la historia de una relación tóxica. Pero este tema destaca -sobre todo- el hecho de la posibilidad de dejar el pasado y aprender la lección. Es un tema escrito desde el dolor pero con el fin de encontrar la salida, en la que te valoras.
Luego siguió el tema “No Diré”, otro gran éxito.
El propio Andrés definió ese trabajo como una obra emocional, un disco muy personal y absolutamente autobiográfico, con que él dio un giro de 180ª en su trabajo, pues llegó el momento en que necesitó mostrarse más íntimo, y vació toda su intensidad en letras más sinceras y emocionales. Él mismo ha gritado que en el disco hay 10 fragmentos literales de su vida.
Sus vivencias, sus letras, su observación de la sociedad y sus reflexiones junto al mar explican además su profundo romanticismo.
Así, fue el álbum top en España desde el 2020: el más vendido a solo días de salir a la venta; sus temas aún son muy escuchados; y sus shows, los más apetecidos de aquel verano europeo. Si ya era un artista respetado y querido, desde entonces sus fans se multiplicaron por segundo y se rindieron a su talento en estos nuevos temas.
La gira para entregar estos temas comenzó en el 2020 y siguió el 2021. Realizó más de 80 conciertos alrededor de su país, en los que el cantautor presentó su último álbum de estudio “Andrés Suárez”, número uno en ventas, y la reedición del mismo “Andrés Suárez Deluxe”. Estos años de conciertos terminaron a finales de enero de 2022, en el Teatro Esquinas de Zaragoza. Fue un gran broche de oro. Un cierre magistral.
Y ahora Andrés viene a esta parte del mundo. Este mes estará en Argentina, Ecuador, Perú y, por primera vez visitará Chile. El 12 de mayo, desde las 21.00 horas, en el Club Amanda, interpretará sus mejores éxitos en una jornada que promete mucha magia y pasión.
Andrés Suárez hace gala del desparpajo que le dan veinte años de carrera musical; de ser el cantautor español que borró esa imagen para aquellos que con o sin razón a veces tipifican de lacónica, y le dio un sello con bastante más lustre. “Lo que canto es lo que abracé, lo que besé, lo que conocí”, dice este músico de conservatorio en piano, nacido en El Ferrol, Galicia, una pequeña ciudad de poco más casi 70.000 habitantes junto al mar, los acantilados y el salitre.
Andrés tiene una larga historia, de mucho aprendizaje, de haber estado en escenario donde aceptaron su invitación a quienes describe como maestros: Serrat, Víctor Manuel, Milanés. “Yo les agradezco todo lo que aprendí con ellos y con sus canciones… si uno no está agradecido con los maestros es un auténtico cretino”.
La historia de Andrés Suárez es el máximo ejemplo de hasta dónde te puede llevar la combinación de constancia y talento. Andrés tocó mucho y en muchos sitios: en locales, bares, en la calle y el Metro. De los bares de Ferrol a llenar el Wizink Center madrileño. Pasaron muchos meses, varios discos y ahora llena auditorios, teatros, estadios y todo lo que se ha propuesto hasta la fecha. Así es la trayectoria de este cantautor gallego que hace una década se fue a tocar al metro de la capital y actualmente abarrota tanto teatros como espacios míticos para la música como el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid o el de Vistalegre, según opte por su lado íntimo o por su vertiente de gran banda de rock.
Lee también: SARA HEBE lanza su tan esperando disco ‘Sucia Estrella’
La discografía de Andrés es un compendio de su evolución personal:
De ida (2002)
Maneras de romper una ola (2008)
Piedras y charcos (EP, 2010)
Cuando vuelva la marea (2012)
Moraima (2013)
Mi pequeña historia (2015)
Desde Una Ventana (2017), que entró directo al número 1 de ventas en su primera semana de lanzamiento.
Andrés Suárez (2020)
Andrés Suárez Deluxe (2021)
Estos álbumes han ido consolidando el estilo de un artista que no reniega del concepto de cantautor, pero sí de lo que de aburrido y caduco tenga para una parte del público. Es cantautor, pero también transgresor.